No podemos esperar que los desechos de nuestras actividades diarias desaparezca mediante una ley, cuando es evidente que el problema más allá del consumo, es la disposición de los desechos, el manejo Estatal bajo monopolio de la basura es el responsable de que veamos gran cantidad de basura donde o debe estar.
Acabemos con el monopolio de Riteve
Ningún monopolio se justifica ni es necesario. El monopolio de la Revisión Técnica Vehicular (Riteve) debe acabarse en el año 2022 cuando se termine al actual contrato y el mercado debe abrirse a la competencia.
Cuando existe un monopolio quienes lo controlan pueden establecer graves limitaciones y cobrar precios arbitrarios que, en un mercado donde existiese la libre competencia, les sería imposible de hacer.
Acabemos con el monopolio de la CNFL
Por: Sergio Villalta Esta semana se anunció un aumento del 12.62% en las tarifas eléctricas para los abonados de la Compañía Nacional de Fuerza y Luz. Esta “empresa” estatal distribuye la energía eléctrica a más de medio millón de usuarios. Este aumento del 12.62% en las tarifas eléctricas para los abonados de la Compañía Nacional de Fuerza y Luz entrará …
Libertad y armas van de la mano
Prohibir o restringir al máximo la portación de las armas equivale a restringir al máximo la Libertad. Y si usted no puede defender su propiedad, su libertad o su vida, usted no es un hombre libre.
Cuatro falacias a favor de RECOPE
Por: Sergio Villata Cada vez que se defiende el muy nefasto monopolio de RECOPE se escuchan las mismas falacias que se repiten una y mil veces. Pero no existe razón jurídica que justifique el monopolio de RECOPE. Tampoco existe motivo alguno, desde la óptica de la ciencia económica, que justifique la existencia de un monopolio como el de RECOPE. Falacia …
El problema no son las convenciones colectivas, los monopolios sí.
El problema son los monopolios y los mercados protegidos. Siempre que se proteja a un sector, sea cual sea, habrá injusticia, corrupción y abuso económico, sin importar el Gobierno de turno ni las leyes vigentes. En otras palabras, los salarios excesivos en las empresas del sector público son consecuencia natural de los monopolios y de mercados cautivos.