El váucher escolar: ¿qué es y para qué sirve?

Sergio VillaltaLiberalismo

Por: Sergio Villalta

Según el “IX Informe del Estado de la Educación”, hay niños de diez años que no saben leer o escribir textos simples y en algunos casos no pueden escribir su nombre. Ver la noticia aquí.

Desde luego, el informe causó alarma en muchos sectores de la sociedad. Sin embargo, más allá del asombro subyace una pregunta de fondo: ¿cómo podemos mejorar el sistema de educación costarricense?

¿Cambiar de modelo?

El más famoso promotor del sistema de vales (vouchers) educativos es Milton Friedman: un economista, intelectual y premio Nobel de Economía en 1976. Friedman siempre abogó por distribuir el presupuesto total de educación entre los padres de familia mediante un vale, que únicamente puede ser usado para pagar la educación de los hijos.

En su libro “Free to Choose” Friedman construye una convincente visión, muy lógica y fundamentada, a favor de los vales en la educación. Su libro se puede leer de manera gratuita aquí.

Ventajas y características

1) El sistema de vales educativos presenta una ventaja suprema por sobre cualquier otro sistema, ya que fomenta la competencia entre las escuelas y colegios. La competencia siempre favorece la innovación y una mayor productividad.

Porque los oferentes deben satisfacer las necesidades de los consumidores de la manera más eficiente posible, valga decir, siempre sujetos a su balance de pérdidas y ganancias.

Por el contrario la falta de competencia en cualquier mercado, como en el de educación, produce una autocomplacencia del que ofrece el servicio, en este caso el Estado. Porque sin competencia no existen los incentivos para que las escuelas y colegios públicos mejoren la calidad de la educación que imparten.

2) Los vales educativos le permiten a los padres de familia elegir libremente las mejores opciones para la educación de sus hijos, incluidas las escuelas privadas, algo que hoy es imposible que puedan hacer. Por su parte todas las escuelas, a su vez, deberán competir para atraer a los padres de familia ofreciendo una educación de mejor calidad.

3) Los vales escolares otorgan a los padres un mayor poder de decisión sobre la educación. El padre de familia debe tener la libertad de decidir dónde y cómo educar a sus hijos.

La libre elección de la escuela o colegio por medio de los vales educativos, le permite a los padres de familia escoger la mejor opción que se ajuste a las necesidades, capacidades o intereses de sus hijos. Además, le permite seleccionar la educación que también esté en concordancia con sus valores y su filosofía de vida.

4) Si a alguien benefician más los vales educativos es a las familias de bajos ingresos, porque así tendrán acceso a las opciones educativas de mayor calidad. Los vales le otorgan el poder a las familias más pobres para elegir mejores escuelas o colegios para sus hijos, un poder del que hoy carecen por completo.

5) Los vales educativos ayudan a bajar los costos de la educación. Cuando los padres tienen el poder de elegir la mejor escuela o colegio, estos entes se ven obligados a procurar una mayor eficiencia a la hora de brindar sus servicios. Es la competencia la que produce una búsqueda constante para reducir los costos y aumentar la productividad.

Conclusión

La actual crisis educativa debe servir como una oportunidad para cambiar un modelo educativo que nació en el siglo XIX, pero que hoy resulta obsoleto e ineficiente. Los pésimos resultados que ya conocemos demuestran que el modelo no funciona. Ver el IX Informe sobre el Estado de la Educación aquí.

¿Para qué gastar más recursos en un sistema que es imposible que funcione? Es hora de cambiar el modelo, de introducir la competencia entre los centros educativos y devolverle el poder a los padres de familia.

La libertad de enseñanza es un derecho que debe reclamarse con brío y empuje. Es el padre de familia el que debe decidir cuál es el tipo de educación que sus hijos recibirán y quién la impartirá -; esta no es una decisión que debe estar en manos del Estado.