Ni de izquierda o derecha, chavelo soy

Antonio FernándezAntonio Fernández

Recientemente se ha dado debate en redes sociales sobre un proyecto de ley planteado por el diputado Eli Feinzaig, del Partido Liberal Progresista, con el que se bajarían los impuestos a los vuelos entre Costa Rica y el resto de Centroamérica, Panamá y República Dominicana, manteniendo su costo (ida y vuelta) por debajo de los US$126.

No tardó la bancada de diputados del oficialismo en criticar la propuesta y en argumentar que esto sería una afectación al sector turístico, la generación de un hueco fiscal y en presentar cientos de mociones en la Asamblea Legislativa para bloquear el proyecto de ley.

Proteger con aranceles a un sector productivo es un argumento proteccionista. En temas agropecuarios el Poder Ejecutivo ha criticado el proteccionismo y se los ha achacado a la izquierda. Cuando me conviene le llamo patriotismo, cuando me perjudica le llamo comunismo.

Como se hace en todo país democrático, los diputados abrieron el diálogo con el sector turístico del país y este negó el peligro señalado por el oficialismo (una fuga de turistas).  Más bien se abren las puertas a turistas de otros países al ofrecerles vuelos más accesibles.

Desde la óptica liberal, la menor intervención del Estado en la economía produce mejores resultados, y en un país tan caro como Costa Rica, bajar impuestos y precios siempre será algo positivo.

Salvo dos porristas “liberales” que se jactan de ser “expertos” en todos los temas del país y le pasan echando miel a este gobierno, otros liberales vemos a este gobierno como uno con voracidad fiscal y posturas confusas.

El “libre mercado” lo usan los chavistas como argumento para beneficiar a financistas de campaña y otros amigos, pero mediante la diputada Pilar Cisneros y el ministro de Hacienda, Nogui Acosta, no desperdician la oportunidad para tratar de crear nuevos impuestos y promover el proteccionismo, siempre con las miras en el fisco.

Es una lástima que este gobierno, lejos de buscar acciones para cumplir una de sus principales promesas de campaña: bajar el costo de la vida, siga como un borracho con un tambaleo ideológico y se preocupe siempre por imponerse (las cosas son como yo digo o no se hacen) en vez de buscar acciones positivas.