Se debe poner orden en el Poder Judicial

Jorge CorralesJorge Corrales

El 33% del presupuesto anual del Poder Judicial se va en sobresueldos que suma en promedio ₡1 millón por empleado. En contraste, el salario promedio del sector privado es de ₡385.000.

Ante este panorama, ¿cree el lector que se deban aprobar más y nuevos impuestos? El problema fiscal en Costa Rica es el exceso de gasto público, no la falta de impuestos. El Estado se encuentra obeso y hay que reducirlo, aunque no existiera déficit fiscal.

Metástasis en cesantías a los gobiernos locales

Jorge CorralesJorge Corrales

Resulta que 47 municipalidades, del total de 81, pagan más de 12 años de cesantía. En muchas de ellas no hay límite a la misma. Además, en muchas se paga la cesantía aun sin cumplir el requisito exigido en el Código de Trabajo el cual estipula el pago solo en casos de que el trabajador se acoja a la pensión o bien en caso de despido por voluntad del patrono.

Esos pagos se financian con los impuestos municipales y, a mayor cesantía, menos servicios públicos, menor es la calidad de este o mayor es el estrujamiento al sector privado. Esto último afecta el crecimiento económico, la inversión y la generación de empleo.

Uso falaz de la autonomía del Poder Judicial para defender privilegios salariales

Jorge CorralesJorge Corrales

Es inconcebible que el Poder Judicial acuda a la separación de poderes para argüir en favor de conservar sus pluses de privilegio. Lo que se nos dice es que, en asunto de gastos, el Poder Judicial puede hacer lo que le da la gana o lo que leyes de privilegios propios consignen, sin que el ciudadano tenga forma de impedirlos.

Esa conducta arrogante, de creerse dueños de las haciendas de las personas, más bien parece propio de emperadores y reyes del medioevo.

Abusos en la convención colectiva del Consejo Nacional de la Producción

Jorge CorralesJorge Corrales

A diario vemos notas periodísticas con nuevos listados de abusos en las convenciones colectivas del sector público. El Consejo Nacional de la Producción (CNP) no escapa a esta práctica que se financia injustamente con el sudor de los contribuyentes.

El CNP no tiene razón de ser. Cerremos esta entidad y toda aquella que no cumple función social alguna y acabemos, de una vez por todas, con las piñatas de las convenciones colectivas.

Incentivos vs salarios en el sector público

Jorge CorralesJorge Corrales

Según el informe de la Contraloría General de la República de Costa Rica, “Presupuestos públicos 2017: Situación y perspectivas”, los incentivos representan hasta 1.37 veces el salario del empleado del sector público. Al 2014, 47 entidades públicas cubiertas por el Servicio Civil contaban con más de 68 sobre sueldos.

Es necesario, por un asunto de transparencia y eficiencia administrativa, simplificar y unificar la política salarial en el sector público. El salario promedio del sector público es de 136% superior al del sector privado y esto no puede ser. Lucrar no es malo. Sin embargo, el objeto de una entidad pública no es el lucro y, quien quiera hacerlo, que se vaya al sector privado. En este sentido, los salarios del sector público siempre deben ser inferiores al del sector privado.

El problema no son las convenciones colectivas, los monopolios sí.

José Joaquín FernándezJosé Joaquín Fernández

El problema son los monopolios y los mercados protegidos. Siempre que se proteja a un sector, sea cual sea, habrá injusticia, corrupción y abuso económico, sin importar el Gobierno de turno ni las leyes vigentes. En otras palabras, los salarios excesivos en las empresas del sector público son consecuencia natural de los monopolios y de mercados cautivos.

¿Son abusivos los salarios del sector público?

José Joaquín FernándezLiberalismo

Siempre que haya un monopolio creado por ley o que exista un mercado protegido por el Gobierno, habrá injusticia, corrupción y abuso económico, sin importar el Gobierno de turno ni las leyes vigentes. Los salarios abusivamente altos en las empresas públicas son consecuencia directa de mercados protegidos. El salario justo no se pude determinar ni por ley ni por tecnócrata alguno.

Solo con libre competencia se garantiza que el tamaño y composición de la planilla es la necesaria y la que la sociedad necesita. Solo en mercados libres y competitivos el salario es justo porque solo así se reflejará su productividad.