El “Plan de Salvamento”

Sergio VillaltaSergio Villalta

La última propuesta del gobierno para levantar la alicaída economía nacional es el mal llamado “Plan de Salvamento”.

El plan fue anunciado por el mismo Presidente Alvarado y por el presidente ejecutivo del Banco Central de Costa Rica hace pocos días. No está claro todavía qué parte del “plan” se realizará mediante decreto y cuál parte mediante un proyecto de ley. (1)

El plan fue recibido en la Asamblea Legislativa con mucho escepticismo y con fuertes críticas por parte de los legisladores de diversas fracciones políticas. 

Sin embargo, se critica al plan por no ser lo suficientemente amplio. Más parece que los partidos de oposición quisieran que el plan fuese más generoso con los deudores y que se borrara todas las deudas por decreto. (2)(3)

¿Cuál es el propósito?

Según se informó el “plan” tiene dos propósitos. En primer lugar dotar de una mayor liquidez a la economía. Como si los problemas estructurales de la economía tuviesen su causa en la falta de liquidez. 

Y en segundo lugar tiene el propósito de alentar el consumo. Como si el problema del bajo crecimiento económico fuese el resultado de un bajo consumo. (4)

¿Qué es el “Plan de Salvamento”?

Sin embargo, dejemos a un lado los equivocados propósitos del plan. Ya que los problemas estructurales de la economía como el alto desempleo y la baja productividad no se deben a la falta de liquidez.

Tampoco el bajo crecimiento de la economía y el cierre de una gran cantidad de PYMES durante la administración Alvarado se debe a un bajo “consumo”.  

El plan intentaría consolidar todas las deudas de una persona con un solo banco. La idea es que el deudor pague una sola deuda y que tenga un solo acreedor. 

La primera pregunta que no tiene respuesta todavía es: ¿de dónde obtendrán los recursos el banco que comprará todas las deudas de la persona y las consolide en un solo crédito? ¿Acaso es que los bancos tienen recursos ociosos? 

La prensa informó que el futuro proyecto de ley sobre el “Plan de Salvamento” permitirá que los bancos públicos, puedan solicitar préstamos con otros bancos u organismos internacionales para la compra de deudas. (Ibíd.)

Algo desde luego inconveniente. Puesto que esos préstamos de seguro serán en dólares, mientras que los bancos van a refinanciar deudas en colones. 

Lo cual representa un alto riesgo. Ya que ante una devaluación de la moneda nacional, los bancos necesitarán más cantidad de colones para hacerle frente a su deuda en dólares.   

En fin, lo cierto es que el plan refinanciará las deudas de las personas con altos niveles de endeudamiento y en moneda nacional. Se informó que serán personas con un nivel de endeudamiento superior al 40% de sus ingresos.

¿Cómo se hará para refinanciar las deudas?

La deuda consolidada se financiará a una tasa preferencial. Obviamente será una tasa mucho menor a la pactada originalmente con el banco.

Después la deuda consolidada se refinanciará a un plazo de 15 o 20 años. Serán los banco públicos (Banco de Costa Rica y Banco Nacional) las entidades que consolidarán las deudas. Posteriormente se piensa extender el “plan” al los bancos privados y cooperativas de ahorro y crédito. 

Falsificar precios

En síntesis, se trata de una falsificación de precios. Porque si el crédito se le otorgó al deudor con una tasa más alta, era porque ese era el precio del riesgo que representaba el deudor.

Para entender esto es necesario recordar cómo se determina un tipo de interés. La única fuerza que logra definirlo son las preferencias temporales de las personas. Por lo general los bienes presentes se desean más que los bienes futuros. 

Entonces el tipo de interés es el costo que el acreedor sufre al privarse de un bien en el presente, para disfrutarlo en el futuro. Esto significa que el acreedor renuncia hoy a los beneficios de su dinero.

Siendo que pasará bastante tiempo para que el acreedor pueda de nuevo recuperar su dinero, el tipo de interés representa tanto el riesgo como el costo de volver a recibir el beneficio que le brindaba su dinero.

Por ende, si el deudor no encontró a nadie dispuesto a darle un crédito a una tasa más baja, es porque ningún otro banco o persona valoró su riesgo a un precio menor. 

¿Trasladar el riesgo al pagador de impuestos?

En síntesis este mal llamado “Plan de Salvamento” no viene a resolver las causas estructurales del bajo crecimiento, del alto desempleo o de la contracción de ciertos sectores de la economía nacional. 

¿Pero qué sucederá si una parte de esa cartera consolidada de deudores con una tasa preferencial se vuelve incobrable? ¿Qué sucederá si la morosidad hace tambalear al patrimonio del banco que refinancia a esos deudores? 

En tal caso será el pagador de impuestos el que tendrá que pagar la cuenta final. Algo que siempre sucede cuando un banco “no puede quebrar por ser muy grande”, ya que pondría en peligro a todo el sistema bancario nacional. 

En tales casos debe el gobierno (o el Banco Central) intervenir y convertirse en prestamista de última instancia. Desde luego, asumiendo el costo de tal intervención siempre el pagador de impuestos.